Condiciones Necesarias y Condiciones de Posibilidad

Si pensamos que analizar un concepto involucra determinar qué otros conceptos contiene como condiciones necesarias y que, por lo tanto, en toda inferencia analítica la conclusión está contenida en las premisas, explicaríamos que podemos inferir analíticamente de que algo es rojo que no es verde, porque el concepto “rojo” contiene la negación del concepto “verde.” Si hiciéramos un análisis conceptual del concepto “rojo”, encontraríamos entre sus condiciones necesarias el ser coloreado, extenso, material, etc., pero también el no ser verde, negro, azul u otro color. Por lo menos desde Wittgenstein, varios filósofos no estamos satisfechos con esta explicación, entre otras razones, porque no hace distinciones útiles entre diferentes maneras que un concepto o proposición puede ser condición necesaria de otro. Desde un punto de vista tradicional, el ser azul contiene el ser coloreado de la misma manera que contiene el no ser café. En su lugar, varios filósofos hemos propuesto distinguir (por lo menos) dos diferentes maneras en que algo puede ser condición necesaria de otra cosa: condiciones necesarias y condiciones de posibilidad). 

Para explicar esta distinción adoptaré la noción de “categoría” tal y cómo está aparece en el trabajo de Theo Kuipers (2000) y Ruth Millikan (2000), aunque corresponde también a lo que tradicionalmente se llama un “determinable” (Prior 1949, Searle 1967) y Barwise ha llamado una “clasificación”, además de estar íntimamente ligado a la teoría Wittgensteineana de un sistema de proposiciones. “Soltero” y “casado”, por ejemplo, pertenecen a la categoría “estado civil”. Esto se debe a que quien tiene algún estado civil está soltero o casado, pero no ambos. Cada concepto de estado civil se define (es decir, se analiza) como la exclusión del otro. Estar soltero es ser un (adulto) no casado y viceversa, estar casado es ser un (adulto) no soltero. Ninguno es más simple que el otro, ni lo contiene ni está contenido en él, sino que está –digamos– al mismo nivel lógico (Moore, 1997, p. 113). Esta es la estructura básica de una categoría: una familia de conceptos mutuamente excluyentes y conjuntamente exhaustivos, relativos a ciertos presupuestos.

Una vez establecida la noción de categoría, podemos distinguir entre las relaciones que se dan al interior de una categoría de las que se dan hacia afuera de ellas. Llamaremos interiores a las relaciones analíticas entre conceptos de una misma categoría son, y exteriores a las que comparten todos los conceptos de la categoría con conceptos fuera de ella. Por ejemplo, la relación analíticas entre “soltero” y “casado” se da al interior de la categoría “estado civil”. En cambio, la relación analíticas entre “soltero” (o “casado”) y “adulto” es exterior a la misma categoría, ya que es una relación común a todos los miembros de la categoría. Podríamos decir que la relación entre “soltero” y “adulto” está de alguna manera, mediada por la categoría de “estado civil”. Que todo humano adulto tenga un estado civil (y viceversa, que sólo los adultos tengan estado civil) se debe a una relación conceptual distinta y quizás más básica que la que hay entre “adulto” y “soltero”, o entre “adulto” y “casado”. Así, “soltero” y “casado” están relacionados interiormente dentro de la categoría de “estado civil” y exteriormente , como condición de posibilidad, con el concepto de “adulto” (Por eso, la distinción entre condiciones necesarias y condiciones de posibilidad no se puede definir sin apelar a la categoría. Cf. Thomason 1969, Sanford 2008).




Estructura de la categoría “estado civil”.
Las flechas indican relaciones de implicación lógica. Las líneas puntadas, relaciones de exclusión. Las relaciones lógicas dentro del cuadrado son interiores, el resto son exteriores.

Esta distinción corresponde toscamente con la distinción entre implicar [entail] y presuponer [presuppose] introducida por Strawson (1950). Las relaciones interiores a la categoría se implican, mientras que las exteriores se presuponen. Las relaciones interiores a la categoría sos meras condiciones necesarias, mientras que las exteriores son condiciones de posibilidad. En el análisis clásico del concepto “soltero”, por ejemplo, se mezclan implicaciones y presupuestos, condiciones necesarias y de posibilidad. Pero una vez que introducimos la distinción entre condiciones necesarias y de posibilidad, entre implicar y presuponer, podemos decir que estar soltero implica no estar casado, pero presupone ser adulto. Ser adulto y no estar casado son ambas condiciones necesarias de estar soltero, pero sólo la primera es condición de posibilidad de la soltería. Esto se debe a que, como habíamos dicho, tanto para estar soltero como para estar casado, es necesario ser adulto. De esta manera podemos distinguir dos maneras de no ser soltero: estar casado y no ser adulto (por ejemplo, siendo menor). Estar casado es una manera de no ser soltero, porque casado y soltero son diferentes estados civiles. La otra manera de no estar soltero es no satisfacer alguna de las condiciones de posibilidad necesarias para tener algún estado civil. Así, “soltero” excluye diferentes conceptos de distinta manera. Algunas veces se habla por eso de diferentes tipos de negaciones. En un sentido fuerte, los solteros al igual que los niños (o las plantas y los semáforos), no están casados. Pero el sentido en que un semáforo, por ejemplo, no está casado es claramente distinto del sentido en que un soltero no lo está. Algunas veces se dice que es falso decir de alguien casado que está soltero, y que es un sinsentido (ni falso ni verdadero) decir que está soltero algo que no satisface las condiciones de posibilidad de la aplicación del concepto, como un menor o un semáforo. En otras palabras, lo que el concepto implica son las condiciones necesarias para su aplicación correcta o verdadera, mientras que lo que el concepto presupone como condiciones de posibilidad son condiciones necesarias para la aplicación de cualquier concepto de la categoría. Por eso vale la pena distinguir el tipo de exclusión que se da entre opciones o alternativas (“soltero” y “casado” en este ejemplo) dentro de una categoría (en este caso, la de estado civil), y la que se da hacia afuera de dicha categoría (por ejemplo, entre “soltero” y “menor de edad”). Por eso “soltero” y “casado” no son contradictorios (es decir, mutuamente excluyentes y conjuntamente exhaustivos) de manera absoluta, sino solamente relativos al dominio de los humanos adultos (es decir, solamente si se cumplen sus condiciones de posibilidad). En un sentido absoluto, “soltero” y “casado” solamente son contrarios en el sentido de la lógica clásica aristotélica: nada puede ser tanto soltero como casado, pero hay cosas que no están solteras ni casadas. Lo mismo podemos decir de “casado” e “infante” o “menor de edad”. No son absolutamente contradictorios, pero sí son contrarios: nadie puede ser menor de edad y casado, pero sí se puede ni estar casado, ni ser menor de edad. Por ello es útil distinguir entre condiciones necesarias y condiciones de posibilidad.


Muchas categorías, si es que no todas, tienen condiciones de posibilidad que dependen no solamente de características de los objetos a los que se han de aplicar, sino también del contexto en que se aplican. Por ejemplo, la categoría de “estado civil” está restringida en su uso no solamente a humanos adultos (que es una propiedad que deben compartir los elementos de su dominio), sino que también está restringida en su uso a ciertos contextos. Por ejemplo, puede ser necesario que exista una institución de matrimonio que dé sentido a la distinción entre solteros y casados, que no haya riesgos de confusión por ambigüedad, etc. (Tye, 1991, pp. 144-145) Sin embargo, es difícil decir si dichos presupuestos de uso forman parte de la estructura de los conceptos o son más bien consideraciones pragmáticas que condicionan su uso. Llamemos “condiciones metafísicas de posibilidad” a las del primer tipo, y “presuposiciones pragmáticas” a las del segundo. En la manera en que he desarrollado este ejemplo he considerado sólo condiciones de posibilidad del primer tipo, es decir, aquellas que están codificados como propiedades de los posibles miembros del dominio. Así, ser adulto es una condición metafísica de posibilidad para ser soltero o casado, es decir, es una condición que los objetos deben satisfacer para poder ser solteros o casados. Que exista la institución del matrimonio en el contexto relevante es en cambio, una presuposición pragmática, porque no es una propiedad de la persona soltera. Ser alto, por poner otro ejemplo, requiere como condición metafísica de posibilidad ser humano, pero presupone pragmáticamente que se aplica en un contexto en que se pueda partir el dominio de personas sobresalientes por su altura de tal manera que no haya casos intermedios que causen confusión o paradojas como la de sorites, entre otras cosas.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

¿Qué es el Pluralismo Ontológico?

Los límites del Lenguaje en Wittgenstein

Condiciones de Verdad